Trabajar la esperanza

Llega a la sala apoyado en su bastón de madera. Regala una sonrisa a todos aquellos que se le acercan y a quienes con palabras aplauden sus obras. Pedro González, hombre con ojos de niño, regresa a sus 82 años a las aulas en las que hizo el Bachillerato (hoy vacías de pupitres) para descubrir su último imaginario esculpido en grandes lienzos. El pintor lagunero vuelve a "asomarse a la ventana" del arte a través de la cual presenta un mundo lleno de esperanzas. "Incluso en la muerte hay esperanzas", asegura el creador.

Pedro González ama intensamente el arte, esa sensación de poder volcar su alma con sus miedos y sus anhelos en un fragmento de tela. De hecho, cuando ya los años pesan y dejan huella sobre su cuerpo, él sigue explorando nuevos universos y se sigue "subiendo" a una escalera para poder llenar todas las esquinas de sus grandes lienzos. "Soy un trabajador infatigable", confesó ayer el propio Pedro González en la sala de exposiciones del Cabrera Pinto donde sus últimas creaciones se presentan al público abrazadas a algunas de sus obras anteriores (piezas que descansan de miradas ajenas en su casa). Las expresiones del hoy y los fragmentos del ayer de Pedro González, que pueden verse en este espacio lagunero hasta el próximo 10 de mayo, se bañan en la esperanza. Y es que como él mismo reconoció es "un hombre de esperanza".
"Incluso en la muerte y en las pateras [temas que centraron dos de sus series anteriores] hay esperanza, aunque ésta a veces se frustre, se quede por el camino", indicó el Premio Canarias tras confesar que entrar a su estudio todos los días le sigue causando "una gran emoción". "La pintura es una ventana abierta por donde todos pueden asomarse y a través de la cual distintos creadores han plasmado sus visiones", agregó Pedro González delante de una de sus nuevas composiciones, esa en la que una mujer desnuda se cuela como si fuera un sueño en un rincón de su hogar.
Saltando los obstáculos del verbo que debido a la batalla ganada de la enfermedad se atascan al salir al viento, Pedro González también afirmó no tener "una fórmula para pintar". En este sentido, y recordando a Picasso, dijo que él "sencillamente reacciona a la pintura con lo que da el lienzo, estableciendo con él un coloquio y acepto que es mía". Acompañado del alcalde de La Laguna, Fernando Clavijo y de la consejera de Cultura del Gobierno de Canarias, Milagros Luis Brito; el pintor cuya obra camina en los límites de la abstracción y la figuración considera que "tal vez sean los retratos los que sirvan de eje" de esta muestra. Pero no sólo los rostros ajenos atrapan las miradas, también llaman poderosamente la atención dos autorretratos realizados en 2006, los "únicos" que tiene. Aunque en líneas generales en esta individual hay una gran diversidad temática: paisajes, desnudos o escenas bíblicas.